miércoles, 8 de abril de 2015

¿Por qué no entiendo la Biblia?


¡No sabemos leer la Biblia! El Señor quiere hablarnos a través de ella pero nosotros no se lo permitimos por nuestra soberbia. Me explico. Cuanto más queremos comprender, menos entendemos. Pero si nos ponemos en Sus Manos esperando a que Él nos dé un mensaje, nos diga algo, entonces el espíritu se abre y deja que la fina lluvia vaya calando y vaya regando su tierra reseca.

¡Qué frescura se siente cuando penetra!, cuando arranco la mala hierba de "mis propios razonamientos", cuando me interrogo y me pregunto ¿qué quiere el Señor decirme a través de este texto? Da igual el fragmento que elija. Sea el que sea, el Señor quiere decirme algo para que lo viva, lo sienta y lo lleve a la práctica hoy, en el día de hoy.

Y entonces... OCURRE EL MILAGRO, y resulta que el Señor tenía UN REGALO enorme para mí que venía ENVUELTO en las tapas de la Biblia, una Biblia que nunca supe leer porque era mi raciocinio, mi "yo" el que hablaba y no dejaba hablar a Dios.

"¡Qué atrevida es la ignorancia!" -solía decir el Padre Marbán-.Así de atrevida era mi lectura que, de prepotente, era ignorante, que no sabía que yo era la criatura y Él el Creador, y que Él podía elegir un lenguaje para hablarme que yo nunca podría desvelar desde mí, pero que sería claro como el día más luminoso desde Él, desde mi humildad.

¡Limpia mis ojos, Señor, lávalos, para que pueda leer con ellos tu Santa Palabra!

21 de Marzo de 2015.